Ya son cinco los lechos que están afectados en la provincia
La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) confirmó, ayer, la presencia de la especie Didymosphenia Geminata más conocida como moco de roca, alga chapapote o alga asesina en el río Omaña, a la altura de la localidad leonesa de Villaviciosa de la Ribera. Desde el propio organismo regulador de la cuenca aseguran que el foco detectado es más importante que los encontrados hasta ahora en las cabeceras de cuatro ríos de la provincia de León.
Las cabeceras de los ríos Porma, Yuso, Isoba y Orza están actualmente afectados por la presencia del moco de roca. A esta lista se añade el Omaña y se está a la espera de los análisis llevados a cabo en el río Cea.
Actualmente, confirman desde la Confederación Hidrográfica del Duero, se está llevando a cabo un exhaustivo control en los puntos de los ríos que sufrieron en 2009 una infestación masiva de moco de roca. Los cauces afectados entonces fueron el Yuso, Orza, Esla, Porma, Torío y la confluencia del río Omaña y el Luna.
El escaso caudal de agua y las altas temperaturas son los motivos por los que empieza a proliferar el moco de roca. Así lo entiende el presidente de la CHD, José Valín, que el pasado miércoles manifestó que la presencia del moco de roca es normal.
Actualmente no existen métodos eficaces para acabar con el alga asesina. Se trata de una especie especialmente dañina que puede desequilibrar la cadena alimentaria de los ríos y poner en peligro las especies fluviales.
La única manera de luchar contra el moco de roca es la prevención. Por ello desde la Confederación Hidrográfica del Duero recomiendan evitar la pesca y las actividades recreativas en los tramos que están afectados. Aconsejan, además, desinfectar la ropa y el material que haya estado en contacto con el alga para evitar la propagación de unos ríos a otros. La actividad humana es la principal causa de la propagación, recuerdan desde la CHD.